A la hora de comprarse un smartphone nuevo, siempre es importante fijarse en las características técnicas, en el apartado fotográfico o en cuantos años va a recibir soporte de actualizaciones por parte de la marca. Pero también el diseño también es bastante importante porque no lo vamos a negar, a todos nos gustan los teléfonos elegantes y fabricados con materiales premium.
Pero no todo es tan bonito como parece. El hecho de que cada vez sean más los teléfonos móviles que están construidos con materiales premium –independientemente de su precio– tiene su contrapartida. Porque efectivamente el plástico es barato y no excesivamente elegante, pero es mucho más resistente que por ejemplo el cristal. Y una cosa está clara, tener en nuestras manos un smartphone fabricado en cristal que se pueda romper ante cualquier caída no es algo que haga gracia a nadie.
Cada vez más teléfonos hechos de cristal y eso no es tan bueno como puede parecer
Solo hay que echar un ojo a años anteriores para comprobar cómo ha cambiado la historia. El aluminio ganó importancia en el mercado y mientras los smartphones de gama baja o media estaban fabricados en plástico, los de gama alta en metal. De esta manera era muy sencillo distinguir entre los dispositivos que eran económicos y los que no. Pero claro, el aluminio a pesar realmente bonito también tenía sus desventajas. Por un lado no permite la carga rápida y por otro lado es un material que puede perjudicar la calidad de las redes.
Por eso mismo las marcas optaron por otro material, en este caso el cristal. Sigue siendo igual de bonito y premium y para colmo no tiene los problemas del aluminio, aunque tampoco es tan tan resistente como él. La cuestión es que en 2018 analistas como Counterpoint vaticinaban que los smartphones con trasera de cristal llegarían a copar el 60% del mercado a finales de 2020 y parece que no se equivocaban mucho.
El cristal es el nuevo material de moda independientemente de la gama y aunque en un principio todo sea amor a primera vista, luego llegan los problemas. Como hemos dicho el cristal es un material muy delicado y cualquier golpe puede provocar que la parte trasera de nuestro smartphone se rompa. Seguro que conocéis a más de una persona que le ha sucedido esto mismo o peor todavía, seguro que a muchos de vosotros le ha pasado.
La solución puede ser ponerle una funda pero no son pocos los que piensan: ¿quién narices se compra un teléfono móvil por su diseño y le pone una funda? Si vais a esconder el magnífico trabajo realizado por los ingenieros bajo una funda de gel, ¿por qué os compráis un teléfono de cristal? Es lo que hay. O una funda o que se rompa nuestro maravilloso terminal hecho de cristal. Que cada uno elija.
Por desgracia no hay nada que hacer. El mercado va por modas y a día de hoy el cristal manda. La única solución es ser realmente cuidadosos con nuestro dispositivo, no darle golpes, mimarlo y siempre estar cuidando de él o simplemente llevar una funda y hacer un uso normal de este. Es posible que dentro de unos años otros materiales se pongan de moda por lo que ya veremos cuando llegue ese momento, si echamos de menos o no al cristal
Y vosotros, ¿qué pensáis del cristal? ¿Os gusta? ¿Preferís otros materiales?
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